Si se somete a un tratamiento con aguas termales, debe saber que:
- Será el médico del balneario quien determine un tratamiento adecuado para su afección.
- No es aconsejable iniciar ningún tratamiento en fase aguda (crisis asmática, catarro, tuberculosis…).
- Debe consultar cualquier variación en su estado de salud.
- Si está embarazada, o cree que pueda estarlo, debe comentárselo al médico.
- En el caso de los tratamientos respiratorios y reumatológicos, desde el inicio de la cura hasta un mes después de su finalización, no debe exponer su organismo a contrastes bruscos de temperatura (baños en piscina, mar, río…; ingesta de bebidas o alimentos helados, aire acondicionado…).
- Las curas termales de los niños se recomiendan en primavera o finalizada la época de playa.
- El aseo habitual debe hacerse antes de comenzar cada día la cura termal y conviene no volver a ducharse hasta pasadas dos horas del tratamiento, con el fin de favorecer la absorción de los minerales.
- No conviene abrigarse en exceso.
